Buenos Aires de tus amores by Len Gieco Lyrics
A la cruz de tus ojos, en madrugada
Se pierde el mal
Un nuevo día es tanto
Que hace bien y que salva
Te vi bailando sola
Entre exceso y discreción
Buscando historia, juntando años
Sobre mí se abre tu flor de humedad
En muchos de tus lugares
Con el amor no alcanza
Hasta un buen corazón
Puede perder la calma
Dame de lo que puedas
O se perderá para siempre
Todo lo que cayó ardió dos veces
Sobre mí se abre tu flor de humedad
Buenos Aires, ciudad del sino
Duende de un destino
Ante la luz de tus amores, de tu misterio divino
Hoy no sé, mañana tal vez, caiga rendido
El tiempo y el agua que tiene hoy este río
Aún no pudo apagar tanto fuego caído
Vicios de sociedad
Que está esperando un milagro
Algunos los que van, otros clavados al barro
Sobre mí se abre tu flor de humedad
Se van juntando almas
Símbolo de un sueño que nace
Tantos años de lucha
Por tus rincones y calles
Prisionero fugaz que está con vos y con otra
Boca roja de tango que me provoca
Sobre mí se abre tu flor de humedad
Buenos Aires, ciudad del sino
Duende de un destino
Ante la luz de tus amores, de tu misterio divino
Hoy no sé, mañana tal vez, caiga rendido
Se pierde el mal
Un nuevo día es tanto
Que hace bien y que salva
Te vi bailando sola
Entre exceso y discreción
Buscando historia, juntando años
Sobre mí se abre tu flor de humedad
En muchos de tus lugares
Con el amor no alcanza
Hasta un buen corazón
Puede perder la calma
Dame de lo que puedas
O se perderá para siempre
Todo lo que cayó ardió dos veces
Sobre mí se abre tu flor de humedad
Buenos Aires, ciudad del sino
Duende de un destino
Ante la luz de tus amores, de tu misterio divino
Hoy no sé, mañana tal vez, caiga rendido
El tiempo y el agua que tiene hoy este río
Aún no pudo apagar tanto fuego caído
Vicios de sociedad
Que está esperando un milagro
Algunos los que van, otros clavados al barro
Sobre mí se abre tu flor de humedad
Se van juntando almas
Símbolo de un sueño que nace
Tantos años de lucha
Por tus rincones y calles
Prisionero fugaz que está con vos y con otra
Boca roja de tango que me provoca
Sobre mí se abre tu flor de humedad
Buenos Aires, ciudad del sino
Duende de un destino
Ante la luz de tus amores, de tu misterio divino
Hoy no sé, mañana tal vez, caiga rendido