Mercado de Ángeles by Jos Cruz Lyrics
[Letra de "Mercado de Ángeles"]
Un hombre con su revólver de pensamientos
Mató a la Luna, mató al Sol, mató a mi amor
Otro con su aliento de sal de muerto
Rozó la piel, la negra piel, la piel de Dios
Yo enmudecí cincuenta años de filo, con la cara enterrada en la almohada, en la nieve, en el sueño, en la nada
Me enjuagué la boca con gasolina
Me llené las venas de hielo seco
Y escupí azufre a los necios
A los convencidos de su idiotez
Yo denuncié a los Legionarios de Cristo, a los pederastas del púlpito a esos viejos que buscan carnada en la religión
Enjuagué su boca con gasolina
Rellené sus venas de crucifijos
Escupí azufre a esos necios
A los que bendicen su sombra en nombre de Dios
Yo descubrí a los poderosos del reino, a los que procuran con vino y sexo al querubín, a ese monstruo precioso que se cena chiquillos del mercado de ángeles del país
Un hombre con sus antenas de mala vibra
Quemó la silla donde fumaba mi mariguana, mi girasol
Otro con su ladrido de perro enfermo
Mordió mi alma, mordió mi oreja, mordió a mi amor
Aquí no brama el bello mar
Aquí se aprende a presagiar
La calle exhala perdición
Nadie salva la nación
Un hombre con su revólver de pensamientos
Mató a la Luna, mató al Sol, mató a mi amor
Otro con su aliento de sal de muerto
Rozó la piel, la negra piel, la piel de Dios
Yo enmudecí cincuenta años de filo, con la cara enterrada en la almohada, en la nieve, en el sueño, en la nada
Me enjuagué la boca con gasolina
Me llené las venas de hielo seco
Y escupí azufre a los necios
A los convencidos de su idiotez
Yo denuncié a los Legionarios de Cristo, a los pederastas del púlpito a esos viejos que buscan carnada en la religión
Enjuagué su boca con gasolina
Rellené sus venas de crucifijos
Escupí azufre a esos necios
A los que bendicen su sombra en nombre de Dios
Yo descubrí a los poderosos del reino, a los que procuran con vino y sexo al querubín, a ese monstruo precioso que se cena chiquillos del mercado de ángeles del país
Un hombre con sus antenas de mala vibra
Quemó la silla donde fumaba mi mariguana, mi girasol
Otro con su ladrido de perro enfermo
Mordió mi alma, mordió mi oreja, mordió a mi amor
Aquí no brama el bello mar
Aquí se aprende a presagiar
La calle exhala perdición
Nadie salva la nación