11 - New Harmony by James Burke Lyrics
supongo que hacer estos programas
y verlos
es un poco como encontrar el camino
a través de un laberinto histórico.
Y este programa va a estar lleno
de recodos y vueltas extraños,
pero, irónicamente, vamos
a terminar volviendo aquí,
a Indiana, en este laberinto.
Porque hay más
en lo que está viendo
que lo que ve el ojo.
Veamos, casi 200 años atrás
la gente que fundó
una comunidad pequeña y utópica
aquí en Indiana
soñó con una mejor vida.
Por lo menos para ellos, el sueño murió.
Pero por la forma extraña
que opera la historia,
tal vez para nosotros no,
por esto.
Oh, ¿el sueño?
Dieron nombre a este lugar por él.
La historia comienza aquí
en el Pacífico oriental
con uno de sus más
significativos productos, el microchip,
que domina
todo el mundo moderno.
Es tan de todos los días
esta cosita
que la mayoría de las veces
usted ni sabe que está allí:
en su coche, su TV,
su lavadora,
o aquí en la que la mayoría está de acuerdo
en que es la ciudad más limpia del mundo.
Singapur.
Algunas personas dicen que Singapur
y su gente
trabajan un poco
como un microchip gigante:
eficiente, automático, lógico,
incansable, productivo.
Y una de las cosas
que hace a Singapur
la ciudad más limpia del mundo
es que esto maneja esto,
el incinerador de basura
de Singapur de super-ultra-tecnología
gracias a lo que sucedió en 1945
cuando un americano llamado Shockley
descubrió algo extraordinario
acerca de un cristal.
Si usted añade impurezas
a algunos cristales
puede terminar
con electrones separados
de muchos de los átomos del cristal -
aquí, los que están en rojo.
Si luego somete al cristal
a una carga eléctrica diminuta como esta
los electrones alejados saltan
fuera de sus átomos,
y dejan el cristal
como una carga eléctrica muy mayor.
Así que entra carga diminuta,
se obtiene carga grande.
El cristal actúa
como un amplificador.
Shockley y su equipo lo llamaron
un transistor.
Ahora, el primer cristal
que usó Shockley
fue un cristal llamado germanio.
No se dan premios por adivinar
de dónde obtuvo su
su nombre el germanio.
Ja, de Alemania.
Descubierto por un alemán en 1885
llamado Winkler,
que era tan bueno
en analizar minerales
porque no había hecho otra cosa
en toda su vida.
Bueno, había hecho otra cosa.
Winkler diseñó la primera máquina
para asegurarse de que no hubiese basura
en los gases
de las chimeneas industriales,
lo que interesa
cuando usted enciende un incinerador
para quemar cieno indecible
como este.
Así que usted puede agradecer a Winkler
por el ambiente limpio de hoy.
Pero con la excepción del germanio
y el aire caliente
la verdadera ocupación de Winkler
era el cobalto,
un mineral que tiñe de azul las cosas,
el tipo de azul que usted necesita
cuando está en
las falsificaciones caras-
las falsificaciones chinas, quiero decir.
Y si usted alguna vez ha hecho un intento
de comprar un florero Ming
sabrá por qué
había un mercado de falsificaciones.
Cuesta un ojo de la cara.
Oh, y son azules, claro está,
y el cobalto es la única materia
que soporta las altas temperaturas
necesarias para hacer porcelana,
por ende la verdadera porcelana Ming
también usaba cobalto.
La historia no sigue en China
sino aquí en Estambul en Turquía.
Porque Estambul es el enlace
con los maestros chinos de la porcelana
y cómo encontraron
el cobalto que usaban.
Ahora, Estambul puede no ser exactamente
donde se reúne la élite hoy,
pero en la Edad Media
era una especie de centro de comercio mundial,
porque era el extremo occidental
de la Ruta de la Seda,
la gran ruta comercial que comenzaba
en China, iba hacia el este
y acababa aquí.
Un día en el siglo 14,
en la Ruta de la Seda,
en un lugar llamado Kashan en Irán,
los comerciantes chinos ambulantes
encontraron esto,
las tejas azules coloreadas con cobalto.
Con un gasto increíble
se lo llevaron a casa
en China,
lo que explica por qué la porcelana Ming
es azul y cuesta mucho
y por qué les cuento esto
en un cementerio turco.
Asómese aquí.
Es una tumba.
Y aun cuando le diga
de quién es
y usted le eche un vistazo...
usted no estará
demasiado impresionado.
Pero debería, porque
el tipo aquí dentro
es Suleymán el Magnífico,
el turco máximo de la historia.
Y puede decirse eso
porque cuando algo
es muy especial
en el mundo islámico
lo dicen
con tejas azules Kashan.
Mire las paredes.
Ahora, dije que estas tejas azules
sólo se usaban
en lugares islámicos muy especiales,
y usted todavía puede sentir
que no ha visto uno.
OK, ¿quiere algo especial?
Aquí lo tiene.
La incomparable mezquita
en el corazón del viejo Estambul
llamada Aya Sofia.
Los embaldosadores máximos
del mundo islámico
vinieron aquí
para cubrir las paredes,
sin escatimar gastos.
y por eso Aya Sofia es una
de las maravillas del Islam.
Bien, más o menos,
porque lo irónico
sobre toda esta
asombrosa decoración islámica
es que los tipos que la hicieron
usaron las tejas
para un gran trabajo de encubrimiento.
Veamos, los constructores
y decoradores originales de este lugar
no eran en absoluto islámicos.
Arrancaron como
un movimiento clandestino prohibido,
y se puede decir eso
por los materiales que usaron
para su decoración.
Vea, si usted pone pequeños pedacitos
como este por toda la pared
cada uno en un ángulo diferente
reflejan la luz; ¿ve?
Justo lo que se necesita
en un agujero oscuro
donde estaban los cristianos,
diseñando los mosaicos
que los artistas islámicos
copiarían y luego usarían
siglos más tarde,
mosaicos que reflejarían
la gloria imperial de Bizancio...
una vez que los cristianos
salieron de sus escondites
cuando el emperador
los oficializó
y luego le dio todo
el occidente al Papa
en un documento llamado
la Donación de Constantino.
1000 años más tarde
algún estudioso italiano
llamado Valla revela
que el documento en el cual
descansa la autoridad del Papa
es una falsificación, probablemente del Vaticano.
Lo que nos trae, como estoy seguro
que usted esperaba, a un entierro.
Se dirige no mucho después
de las conmocionantes revelaciones de Valla
a un pequeño pueblo de la Italia central
llamado Todi, justo al norte de Roma.
Pero las noticias que surgirían
de este entierro
no pueden ser
muy previsibles.
Lo sorprendente es
que este no es Valla.
Sorprende porque en aquel entonces
usted no salía
en primera plana
exponiendo así al Vaticano
y seguía vivo.
¿Entonces de quién es este entierro?
Es de un padrino clerical
que salvó el cuello de Valla
y los cuellos
de todos los demás aquí,
ofreciendo sus respetos
por favores similares,
uno de los cuales es un portugués
llamado Martins
que es la cabeza de la agencia secreta
de exploración oceánica de Portugal.
Que era nada menos que
el equivalente
al Departmento de Defensa
y la NASA juntos.
Estamos en el canal principal
sobre la boya 27.
Voy a cruzar.
Bien, dije NASA
porque los exploradores de Martins
eran como la gente de la NASA:
justo fuera del borde.
Bien, en aquel entonces, lo que se proponían
era tan loco y peligroso
como para nosotros ir a la Luna,
porque lo que planeaban
era ir atrevidamente
donde ningún europeo
había ido antes.
Bajar por
la costa de África por oro
y luego cruzar
el océano Indico
hacia el Lejano Oriente por especias,
pero esto es lo grande:
las vastas, sin rutas,
inexploradas extensiones del Atlántico.
... un lado del puente.
Eso no es nada
para un barco moderno y sofisticado
como este.
Pero para los portugueses
estaba fuera de los límites
del mundo conocido.
Ahora, los portugueses eran capaces
de correr riesgos como ese
porque tenían varias piezas
de equipo que agregaron
al equivalente del siglo 15
de la navegación por satélite.
Ahora, otra gente tenía
estas cosas,
así como los portugueses
pero lo que nadie más conocía
era el negocio misterioso
de recorrer las latitudes
para lo que se necesitaba
este aparato portugués secreto.
OK, usted va hacia el norte
hasta que la estrella polar
esté un cierto número de grados
por encima del horizonte en su cuadrante,
y usted mide
esos grados así.
La estrella está allá arriba.
Alíneela,
compruebe que la cuerda de plomada esté suelta
y lea el ángulo allí.
Y cuando la estrella polar
está 39 grados por encima del horizonte
usted da vuelta a la derecha
y tarde o temprano
golpeará Lisboa, a casa y a mamá.
Y eso es la causa de que nadie más
estaba haciendo la única cosa
que realmente equiparaba a los portugueses
con la NASA:
perder la tierra de vista deliberadamente,
yendo en ejercicios experimentales
secretos de navegación
hasta el medio del Atlántico,
por lo cual en 1497
Martins podía decirles a sus exploradores
algo muy extraordinario.
Para olvidar seguir la costa de África
camino a la India
como hacía todo el mundo,
en vez de eso tomar los mejores vientos
para ir hacia el sur
bajando por el Atlántico
hasta las islas de Cabo Verde
y luego dar la vuelta
por el cabo de África.
Funcionó.
Entonces tres años más tarde
un tipo llamado Cabral
prueba hacer lo mismo
sólo que va
un poco más lejos hacia el oeste
y choca con Brasil.
Así que estamos en Amsterdam,
porque los portugueses
colonizaron Brasil
con judíos que querían
escaparse de la persecución.
Pero al cabo de un rato
la Inquisición llegó a Brasil,
de modo que un montón de ellos huyeron de regreso
pero no para Portugal;
aquí para Holanda.
Vea, en el siglo 17
Holanda tenía el bien probablemente más raro
y más valioso
que cualquier otro país:
la tolerancia.
Por eso venían aquí refugiados de toda clase
y en el caso
de los judíos portugueses
se convirtieron en comerciantes de diamantes,
en el negocio de la luz
y los reflejos.
Y hablando de luz
y reflejos,
uno de los niños de uno
de esos refugiados portugueses,
un tipo joven
llamado Baruch Spinoza,
aprende a pulir lentes
para ganarse la vida
logrando después
la distinción única
de ser llamado hereje
por judíos, católicos y protestantes.
La razón fue que Spinoza
puso todo el mundo patas para arriba
con temas sobre cómo las matemáticas
eran la única verdad
y cómo todo el mundo debería tener
la libertad absoluta
para hablar y pensar
como quisiera.
El trabajo óptico de Spinoza,
menos revolucionario,
llamó la atención
del M.I.T. del período,
la Royal English Society,
que vino a gran velocidad acá
para ver qué otras ideas científicas
estaban circulando en Holanda.
No les tomó demasiado
entusiasmarse
con un asistente
llamado Leeuwenhoek,
quién había hecho un nuevo microscopio
y veía cosas.
Bien, eso es
lo que pensó la Royal Society
cuando miraron bien de cerca
los dibujos
de lo que había visto:
en magnificación de 250 veces
lo que parecían diminutos animales.
Ahora, esto volvió loco a todo el mundo,
porque todos estos reptiles espeluznantes
aparentemente reptaban
y gateaban dentro de nosotros
y dentro de todo lo demás en el mundo.
Los organismos pequeños de Leeuwenhoek también
tuvieron un éxito muy pequeño en Suiza
donde tuvieron
un efecto inesperadamente literario,
por el cual estoy aquí
en este pequeño restaurante encantador
en un lago en Suiza,
porque en 1813
para el tipo de la calle
la pregunta clave era,
"¿Está la vida como la conocemos
moviéndose demasiado rápido
para que la gente la siga?"
Quiero decir, todos los días
nuevos asombros científicos:
la gravedad, la química, la fisiología,
la electricidad, la geología-
cualquier cosa, parecía,
con nombre raro.
Gracias.
Todo lo cual preocupaba
seriamente
a un grupo particular
de inadaptados que garabatea
en vacaciones aquí en Ginebra-
las megaestrellas románticas
Byron y Shelley
y sus niñas novias-
por acá
un poco de intercambio de esposas
y humo de estupefacientes
y cosas así.
Como sea, una noche cenando,
la conversación gira
sobre el tema
de los espeluznantes reptiles microscópicos
y de qué manera, aparentemente, algún científico
galvanizó un pedazo de pasta
y la hizo cobrar vida.
Bien, en aquel entonces, ¿qué sabían?
La esposa de Shelley, Mary,
se pone a ejercitar
sobre "cómo nos destruirá la ciencia a todos nosotros
manoseando
a las fuerzas de la naturaleza"
y resuelve escribir un novela sobre ello.
La novela de Mary trata de
un científico llamado Víctor
que se excede en manosear,
y todo le sale horrendamente mal.
Usted ya sabe
de lo que hablo,
porque usted sabe
cuál era el otro nombre de Víctor:
Frankenstein.
Pero Mary tenía su agenda secreta
inspirada por su padre socialista.
"Frankenstein"
fue realmente un ataque
al tipo de tecnología
que ella pensaba
que iba a destruír las vidas de los pueblos
en las condiciones indecibles
de las fábricas de la revolución industrial.
Uno de los amigos y admiradores
de su padre
era un gerente de fábrica joven
llamado Owen,
que transformó su fábrica
en New Lanark, Escocia,
en una especie de paraíso de los trabajadores.
Hoy describiríamos a Owen como
políticamente centrista
pero en aquel entonces
era revolucionario.
No viendo futuro
para sus planes en Gran Bretaña
Owen llevó sus ideas revolucionarias
donde había más revolucionarios
que en ninguna otra parte...
América.
Bien, Indiana.
Lo que nos devuelve
a donde comenzamos:
aquí en New Harmony, ¿recuerda?
Así es cómo los Harmonistas
hacían velas,
como esta.
El sueño de Owen, descrito
a los turistas hoy,
era establecer
una comuna socialista utópica
lejos de las fábricas
y la explotación.
Así que cuando el diminuto
establecimiento de New Harmony
se puso en venta,
se abalanzó sobre él.
Los tomaré
y los enderezaré.
Pero la razón por la que comencé
la función en New Harmony
tiene que ver con un tipo
llamado Maclure
quién estaba tan impresionado
por el experimento de New Lanark
que ofreció dinero a Owen para poner en marcha
la aventura de New Harmony.
Y lo que da una vuelta final
a mi historia
es que además de las causas liberales,
Maclure tenía otra pasión.
Las rocas.
Para el tiempo de New Harmony,
Maclure había estado
en cada estado y territorio de América
con su saco y su martillo,
astillándo, catalogando,
y coleccionando cosas como esta.
Y en 1817, produjo
lo que vendría a ser
el primer y único
mapa geológico propiamente dicho
de los Estados Unidos
por los siguientes 25 años.
Se parecía a este.
No le aburriré
con el detalle.
Rocas diferentes,
colores diferentes.
Pero allí en el área
donde se tocan Kansas, Missouri
y Oklahoma,
Maclure identificó algo
que trae mi historia al punto de partida:
el tipo de yacimientos minerales que
en el siglo 20
proveerían el germanio
que Shockley necesitó
para su primer transistor.
Y es la causa de que New Harmony tal vez
no fuese un fracaso al fin,
porque si nosotros en el mundo moderno
alguna vez encontraremos la manera de unir
el fragmentado
caos pos Guerra Fría
que el siglo 21 parece
que va a ser,
será porque
el transistor lo hizo posible:
la red de comunicaciones global,
abierta,
que puede darnos la oportunidad
de construir
lo que esas personas intentaron aquí
todos esos años atrás:
una comunidad donde todos podamos
convivir en nueva armonía.
y verlos
es un poco como encontrar el camino
a través de un laberinto histórico.
Y este programa va a estar lleno
de recodos y vueltas extraños,
pero, irónicamente, vamos
a terminar volviendo aquí,
a Indiana, en este laberinto.
Porque hay más
en lo que está viendo
que lo que ve el ojo.
Veamos, casi 200 años atrás
la gente que fundó
una comunidad pequeña y utópica
aquí en Indiana
soñó con una mejor vida.
Por lo menos para ellos, el sueño murió.
Pero por la forma extraña
que opera la historia,
tal vez para nosotros no,
por esto.
Oh, ¿el sueño?
Dieron nombre a este lugar por él.
La historia comienza aquí
en el Pacífico oriental
con uno de sus más
significativos productos, el microchip,
que domina
todo el mundo moderno.
Es tan de todos los días
esta cosita
que la mayoría de las veces
usted ni sabe que está allí:
en su coche, su TV,
su lavadora,
o aquí en la que la mayoría está de acuerdo
en que es la ciudad más limpia del mundo.
Singapur.
Algunas personas dicen que Singapur
y su gente
trabajan un poco
como un microchip gigante:
eficiente, automático, lógico,
incansable, productivo.
Y una de las cosas
que hace a Singapur
la ciudad más limpia del mundo
es que esto maneja esto,
el incinerador de basura
de Singapur de super-ultra-tecnología
gracias a lo que sucedió en 1945
cuando un americano llamado Shockley
descubrió algo extraordinario
acerca de un cristal.
Si usted añade impurezas
a algunos cristales
puede terminar
con electrones separados
de muchos de los átomos del cristal -
aquí, los que están en rojo.
Si luego somete al cristal
a una carga eléctrica diminuta como esta
los electrones alejados saltan
fuera de sus átomos,
y dejan el cristal
como una carga eléctrica muy mayor.
Así que entra carga diminuta,
se obtiene carga grande.
El cristal actúa
como un amplificador.
Shockley y su equipo lo llamaron
un transistor.
Ahora, el primer cristal
que usó Shockley
fue un cristal llamado germanio.
No se dan premios por adivinar
de dónde obtuvo su
su nombre el germanio.
Ja, de Alemania.
Descubierto por un alemán en 1885
llamado Winkler,
que era tan bueno
en analizar minerales
porque no había hecho otra cosa
en toda su vida.
Bueno, había hecho otra cosa.
Winkler diseñó la primera máquina
para asegurarse de que no hubiese basura
en los gases
de las chimeneas industriales,
lo que interesa
cuando usted enciende un incinerador
para quemar cieno indecible
como este.
Así que usted puede agradecer a Winkler
por el ambiente limpio de hoy.
Pero con la excepción del germanio
y el aire caliente
la verdadera ocupación de Winkler
era el cobalto,
un mineral que tiñe de azul las cosas,
el tipo de azul que usted necesita
cuando está en
las falsificaciones caras-
las falsificaciones chinas, quiero decir.
Y si usted alguna vez ha hecho un intento
de comprar un florero Ming
sabrá por qué
había un mercado de falsificaciones.
Cuesta un ojo de la cara.
Oh, y son azules, claro está,
y el cobalto es la única materia
que soporta las altas temperaturas
necesarias para hacer porcelana,
por ende la verdadera porcelana Ming
también usaba cobalto.
La historia no sigue en China
sino aquí en Estambul en Turquía.
Porque Estambul es el enlace
con los maestros chinos de la porcelana
y cómo encontraron
el cobalto que usaban.
Ahora, Estambul puede no ser exactamente
donde se reúne la élite hoy,
pero en la Edad Media
era una especie de centro de comercio mundial,
porque era el extremo occidental
de la Ruta de la Seda,
la gran ruta comercial que comenzaba
en China, iba hacia el este
y acababa aquí.
Un día en el siglo 14,
en la Ruta de la Seda,
en un lugar llamado Kashan en Irán,
los comerciantes chinos ambulantes
encontraron esto,
las tejas azules coloreadas con cobalto.
Con un gasto increíble
se lo llevaron a casa
en China,
lo que explica por qué la porcelana Ming
es azul y cuesta mucho
y por qué les cuento esto
en un cementerio turco.
Asómese aquí.
Es una tumba.
Y aun cuando le diga
de quién es
y usted le eche un vistazo...
usted no estará
demasiado impresionado.
Pero debería, porque
el tipo aquí dentro
es Suleymán el Magnífico,
el turco máximo de la historia.
Y puede decirse eso
porque cuando algo
es muy especial
en el mundo islámico
lo dicen
con tejas azules Kashan.
Mire las paredes.
Ahora, dije que estas tejas azules
sólo se usaban
en lugares islámicos muy especiales,
y usted todavía puede sentir
que no ha visto uno.
OK, ¿quiere algo especial?
Aquí lo tiene.
La incomparable mezquita
en el corazón del viejo Estambul
llamada Aya Sofia.
Los embaldosadores máximos
del mundo islámico
vinieron aquí
para cubrir las paredes,
sin escatimar gastos.
y por eso Aya Sofia es una
de las maravillas del Islam.
Bien, más o menos,
porque lo irónico
sobre toda esta
asombrosa decoración islámica
es que los tipos que la hicieron
usaron las tejas
para un gran trabajo de encubrimiento.
Veamos, los constructores
y decoradores originales de este lugar
no eran en absoluto islámicos.
Arrancaron como
un movimiento clandestino prohibido,
y se puede decir eso
por los materiales que usaron
para su decoración.
Vea, si usted pone pequeños pedacitos
como este por toda la pared
cada uno en un ángulo diferente
reflejan la luz; ¿ve?
Justo lo que se necesita
en un agujero oscuro
donde estaban los cristianos,
diseñando los mosaicos
que los artistas islámicos
copiarían y luego usarían
siglos más tarde,
mosaicos que reflejarían
la gloria imperial de Bizancio...
una vez que los cristianos
salieron de sus escondites
cuando el emperador
los oficializó
y luego le dio todo
el occidente al Papa
en un documento llamado
la Donación de Constantino.
1000 años más tarde
algún estudioso italiano
llamado Valla revela
que el documento en el cual
descansa la autoridad del Papa
es una falsificación, probablemente del Vaticano.
Lo que nos trae, como estoy seguro
que usted esperaba, a un entierro.
Se dirige no mucho después
de las conmocionantes revelaciones de Valla
a un pequeño pueblo de la Italia central
llamado Todi, justo al norte de Roma.
Pero las noticias que surgirían
de este entierro
no pueden ser
muy previsibles.
Lo sorprendente es
que este no es Valla.
Sorprende porque en aquel entonces
usted no salía
en primera plana
exponiendo así al Vaticano
y seguía vivo.
¿Entonces de quién es este entierro?
Es de un padrino clerical
que salvó el cuello de Valla
y los cuellos
de todos los demás aquí,
ofreciendo sus respetos
por favores similares,
uno de los cuales es un portugués
llamado Martins
que es la cabeza de la agencia secreta
de exploración oceánica de Portugal.
Que era nada menos que
el equivalente
al Departmento de Defensa
y la NASA juntos.
Estamos en el canal principal
sobre la boya 27.
Voy a cruzar.
Bien, dije NASA
porque los exploradores de Martins
eran como la gente de la NASA:
justo fuera del borde.
Bien, en aquel entonces, lo que se proponían
era tan loco y peligroso
como para nosotros ir a la Luna,
porque lo que planeaban
era ir atrevidamente
donde ningún europeo
había ido antes.
Bajar por
la costa de África por oro
y luego cruzar
el océano Indico
hacia el Lejano Oriente por especias,
pero esto es lo grande:
las vastas, sin rutas,
inexploradas extensiones del Atlántico.
... un lado del puente.
Eso no es nada
para un barco moderno y sofisticado
como este.
Pero para los portugueses
estaba fuera de los límites
del mundo conocido.
Ahora, los portugueses eran capaces
de correr riesgos como ese
porque tenían varias piezas
de equipo que agregaron
al equivalente del siglo 15
de la navegación por satélite.
Ahora, otra gente tenía
estas cosas,
así como los portugueses
pero lo que nadie más conocía
era el negocio misterioso
de recorrer las latitudes
para lo que se necesitaba
este aparato portugués secreto.
OK, usted va hacia el norte
hasta que la estrella polar
esté un cierto número de grados
por encima del horizonte en su cuadrante,
y usted mide
esos grados así.
La estrella está allá arriba.
Alíneela,
compruebe que la cuerda de plomada esté suelta
y lea el ángulo allí.
Y cuando la estrella polar
está 39 grados por encima del horizonte
usted da vuelta a la derecha
y tarde o temprano
golpeará Lisboa, a casa y a mamá.
Y eso es la causa de que nadie más
estaba haciendo la única cosa
que realmente equiparaba a los portugueses
con la NASA:
perder la tierra de vista deliberadamente,
yendo en ejercicios experimentales
secretos de navegación
hasta el medio del Atlántico,
por lo cual en 1497
Martins podía decirles a sus exploradores
algo muy extraordinario.
Para olvidar seguir la costa de África
camino a la India
como hacía todo el mundo,
en vez de eso tomar los mejores vientos
para ir hacia el sur
bajando por el Atlántico
hasta las islas de Cabo Verde
y luego dar la vuelta
por el cabo de África.
Funcionó.
Entonces tres años más tarde
un tipo llamado Cabral
prueba hacer lo mismo
sólo que va
un poco más lejos hacia el oeste
y choca con Brasil.
Así que estamos en Amsterdam,
porque los portugueses
colonizaron Brasil
con judíos que querían
escaparse de la persecución.
Pero al cabo de un rato
la Inquisición llegó a Brasil,
de modo que un montón de ellos huyeron de regreso
pero no para Portugal;
aquí para Holanda.
Vea, en el siglo 17
Holanda tenía el bien probablemente más raro
y más valioso
que cualquier otro país:
la tolerancia.
Por eso venían aquí refugiados de toda clase
y en el caso
de los judíos portugueses
se convirtieron en comerciantes de diamantes,
en el negocio de la luz
y los reflejos.
Y hablando de luz
y reflejos,
uno de los niños de uno
de esos refugiados portugueses,
un tipo joven
llamado Baruch Spinoza,
aprende a pulir lentes
para ganarse la vida
logrando después
la distinción única
de ser llamado hereje
por judíos, católicos y protestantes.
La razón fue que Spinoza
puso todo el mundo patas para arriba
con temas sobre cómo las matemáticas
eran la única verdad
y cómo todo el mundo debería tener
la libertad absoluta
para hablar y pensar
como quisiera.
El trabajo óptico de Spinoza,
menos revolucionario,
llamó la atención
del M.I.T. del período,
la Royal English Society,
que vino a gran velocidad acá
para ver qué otras ideas científicas
estaban circulando en Holanda.
No les tomó demasiado
entusiasmarse
con un asistente
llamado Leeuwenhoek,
quién había hecho un nuevo microscopio
y veía cosas.
Bien, eso es
lo que pensó la Royal Society
cuando miraron bien de cerca
los dibujos
de lo que había visto:
en magnificación de 250 veces
lo que parecían diminutos animales.
Ahora, esto volvió loco a todo el mundo,
porque todos estos reptiles espeluznantes
aparentemente reptaban
y gateaban dentro de nosotros
y dentro de todo lo demás en el mundo.
Los organismos pequeños de Leeuwenhoek también
tuvieron un éxito muy pequeño en Suiza
donde tuvieron
un efecto inesperadamente literario,
por el cual estoy aquí
en este pequeño restaurante encantador
en un lago en Suiza,
porque en 1813
para el tipo de la calle
la pregunta clave era,
"¿Está la vida como la conocemos
moviéndose demasiado rápido
para que la gente la siga?"
Quiero decir, todos los días
nuevos asombros científicos:
la gravedad, la química, la fisiología,
la electricidad, la geología-
cualquier cosa, parecía,
con nombre raro.
Gracias.
Todo lo cual preocupaba
seriamente
a un grupo particular
de inadaptados que garabatea
en vacaciones aquí en Ginebra-
las megaestrellas románticas
Byron y Shelley
y sus niñas novias-
por acá
un poco de intercambio de esposas
y humo de estupefacientes
y cosas así.
Como sea, una noche cenando,
la conversación gira
sobre el tema
de los espeluznantes reptiles microscópicos
y de qué manera, aparentemente, algún científico
galvanizó un pedazo de pasta
y la hizo cobrar vida.
Bien, en aquel entonces, ¿qué sabían?
La esposa de Shelley, Mary,
se pone a ejercitar
sobre "cómo nos destruirá la ciencia a todos nosotros
manoseando
a las fuerzas de la naturaleza"
y resuelve escribir un novela sobre ello.
La novela de Mary trata de
un científico llamado Víctor
que se excede en manosear,
y todo le sale horrendamente mal.
Usted ya sabe
de lo que hablo,
porque usted sabe
cuál era el otro nombre de Víctor:
Frankenstein.
Pero Mary tenía su agenda secreta
inspirada por su padre socialista.
"Frankenstein"
fue realmente un ataque
al tipo de tecnología
que ella pensaba
que iba a destruír las vidas de los pueblos
en las condiciones indecibles
de las fábricas de la revolución industrial.
Uno de los amigos y admiradores
de su padre
era un gerente de fábrica joven
llamado Owen,
que transformó su fábrica
en New Lanark, Escocia,
en una especie de paraíso de los trabajadores.
Hoy describiríamos a Owen como
políticamente centrista
pero en aquel entonces
era revolucionario.
No viendo futuro
para sus planes en Gran Bretaña
Owen llevó sus ideas revolucionarias
donde había más revolucionarios
que en ninguna otra parte...
América.
Bien, Indiana.
Lo que nos devuelve
a donde comenzamos:
aquí en New Harmony, ¿recuerda?
Así es cómo los Harmonistas
hacían velas,
como esta.
El sueño de Owen, descrito
a los turistas hoy,
era establecer
una comuna socialista utópica
lejos de las fábricas
y la explotación.
Así que cuando el diminuto
establecimiento de New Harmony
se puso en venta,
se abalanzó sobre él.
Los tomaré
y los enderezaré.
Pero la razón por la que comencé
la función en New Harmony
tiene que ver con un tipo
llamado Maclure
quién estaba tan impresionado
por el experimento de New Lanark
que ofreció dinero a Owen para poner en marcha
la aventura de New Harmony.
Y lo que da una vuelta final
a mi historia
es que además de las causas liberales,
Maclure tenía otra pasión.
Las rocas.
Para el tiempo de New Harmony,
Maclure había estado
en cada estado y territorio de América
con su saco y su martillo,
astillándo, catalogando,
y coleccionando cosas como esta.
Y en 1817, produjo
lo que vendría a ser
el primer y único
mapa geológico propiamente dicho
de los Estados Unidos
por los siguientes 25 años.
Se parecía a este.
No le aburriré
con el detalle.
Rocas diferentes,
colores diferentes.
Pero allí en el área
donde se tocan Kansas, Missouri
y Oklahoma,
Maclure identificó algo
que trae mi historia al punto de partida:
el tipo de yacimientos minerales que
en el siglo 20
proveerían el germanio
que Shockley necesitó
para su primer transistor.
Y es la causa de que New Harmony tal vez
no fuese un fracaso al fin,
porque si nosotros en el mundo moderno
alguna vez encontraremos la manera de unir
el fragmentado
caos pos Guerra Fría
que el siglo 21 parece
que va a ser,
será porque
el transistor lo hizo posible:
la red de comunicaciones global,
abierta,
que puede darnos la oportunidad
de construir
lo que esas personas intentaron aquí
todos esos años atrás:
una comunidad donde todos podamos
convivir en nueva armonía.