07 - Photo Finish by James Burke Lyrics
RELACIONES 2 por James Burke.
Bienvenidos a la carrera anual de 24 horas en el Circuito de Le Mans en Francia. Este programa trata de cómo una de las formas extrañas en que la historia conecta cosas va a afectar la forma en que esta carrera acabará dentro de 24 horas. Porque cada año en Le Mans el ganador tiene su foto cruzando la línea de llegada. Y por la forma rara que la historia tiene de dar vuelta las cosas en sus cabezas, él va a ganar. El ganador es fotografiado ganando, porque es fotografiado ganando. Así que en más de un sentido, cuando todo haya terminado, será un final para foto. FINAL PARA FOTO 100 años atrás la carrera que ponía fotografías en las manos de todo el mundo tenía un principio rudo: El cubo de productos químicos que se necesitaban para revelar las instantáneas de las vacaciones, que se desgarraba cuando se intentaba sacarlo del aparato revelador. Entonces vino un gran paso adelante: Un tipo llamado George Eastman puso emulsión de película en un material flexible que se había inventado en 1895. Eastman luego empaquetó este material flexible en rollos que se podían cargar fácilmente en su nueva cámara de bolsillo, lo que revolucionaría el negocio de las fotos de vacaciones, llamado "Kodak". Y por la coincidencia más extraña, la pista de donde viene este nuevo material flexible es de una de las primeras fotos tomadas con él durante un tipo muy distinto de disparo. Ahora, todas esas fotos Eastman de todos esos grandes cazadores blancos en la selva sólo fueron posibles por lo que los grandes cazadores blancos estaban haciéndole a la selva: Causando la Gran Extinción de Elefantes de 1867. La razón: El mercado del marfil. Se había triplicado en los 30 años previos. Sólo Inglaterra consumía 1 millón de libras de marfil al año. Calcule- 60 libras por colmillo, 2 colmillos por animal, 8.333 y pico elefantes muertos al año para diversión de Inglaterra. Este tipo de diversión. Ahora, una buena bola de billar era difícil de encontrar. Había que abatir un buen número de elefantes para obtener el marfil apropiado. Porque una pelota realmente buena venía del medio de un colmillo de elefante perfecto. Así que las noticias que venían de África no eran buenas para los hombres de mundo occidentales, por no hablar de los elefantes. Luego, en 1869, un par de impresores de Albany, Nueva York, llamados Hyatt aparecieron con un substituto. Era barato, indistinguible del original, y finalmente podía usarse para esto, porque el substituto del marfil fue el celuloide. Otro producto del celuloide nos dará una pista de lo que se viene. Los Hyatt también confeccionaron dientes postizos de celuloide, los que, en ocasiones, según el "New York Times" de 1875, tendían a explotar. Lo que causaba las explosiones y que, cuando se calentaba, estrujaba, y se mezclaba con alcanfor se volvía celuloide, era algodón-pólvora, algodón especialmente tratado que hacía explosiones realmente buenas- a finales del Siglo 19, el nuevo modo de obtener más ruido por su dinero. Desde entonces se dispararon muchos tiros. Ahora, era un misterio bien conocido en la época que con algunas pocas balas perdidas, se obtenían dos estallidos: Uno, la pistola tirando, el otro - bueno, nadie sabía. De modo que un individuo vienés llamado Ernst Mach resolvió enterarse. Él usó el modo en que el aire turbulento afecta cualquier luz que pase a su través para fotografiar una bala en una corriente de aire de alta velocidad, y vio lo que parecía una onda de arco que salía de la nariz de la bala. Mach comprendió que esta onda de choque se propagaba hacia afuera más rápido que la velocidad de sonido, así que el primer estallido que se oía era el sonido de la onda de choque; El segundo era el sonido de la pistola. Dos otras importantes cosas salieron de las asombrosas fotos de Mach. La primera fue la ciencia moderna de la aerodinámica, sin la cual estos coches no tendrían la forma que tienen, ni se moverían como se mueven, tal vez ni siquiera se mantendrían en su pista como lo hacen. La segunda fue más ruidosa aun que este lugar, porque una vez que Mach tuvo una foto de las ondas de choque, podía ver cómo actúan los explosivos, cómo se propaga la onda de choque, qué forma tiene la fuerza, lo que significó, por supuesto, que se podía ahora, por primera vez, planear una explosión eficiente. Las matemáticas de Mach de la onda de choque ayudaron a que la bomba atómica funcione. Ahora, la razón por la que Mach había fotografiado ondas de choque era que así las podía ver. "La evidencia física es la única realidad en que se puede confiar", decía. Y aun así, la forma en que uno describe la experiencia todavía puede ser relativa al contexto en que se esté. De modo que una carrera de 24 horas realmente sólo sería una referencia de lo que el tiempo significa en este planeta, girando sobre su eje, durante esta puesta de sol. En otra parte, ¿quién sabe? Hasta el tiempo y el espacio podrían estar constreñidos por nuestra percepción de ellos. Vemos lo que obtenía Mach si damos esta mirada a lo que ocurre aquí. Oh, estoy suponiendo que usted no es un piloto de carreras. Lo que quiero probar y mostrarle es cómo se ve éste relativo para la experiencia diferente. Una parada en el pozo y un cambio de rueda es, para un conductor profesional, la cosa más lenta que ocurre en Le Mans. Pero, si usted lo está haciendo, la cosa le parece sólo un manchón de actividad. Lo fue para mí, cuando filmamos esto en los pits por primera vez. Lo que parece ocurrir es que usted y yo procesamos los datos que nos llegan de esta experiencia de la única forma que podemos: Basados en nuestros modos normales de operación, que afectan cómo percibimos el asunto de viajar en una pista de carreras a 150 millas por hora. Estamos sobrecargados. Todo viene demasiado rápido para procesarlo. Y por si fuera poco lo está haciendo a oscuras. Así que básicamente, usted percibe que todo está pasando más rápido de lo que realmente es. Pero para el piloto profesional, el efecto es exactamente el opuesto. Las medidas de distancia son sumamente precisas. Coche enfrente. Coche enfrente. Vuelta a la izquierda. Vuelta a la izquierda otra vez. Ahora dé vuelta a la derecha. El tiempo parece ir más despacio. Él ve cosas que nosotros no. Este es el mundo percibido por un conductor profesional relativo a su experiencia en las carreras. Bien, es 3:30 de la mañana aquí, y han estado en esto por casi 12 horas. Mientras tanto, supongo que toda esta charla acerca de la relatividad significa que usted ya sabe quién se interesó en la idea de Mach de que no hay espacio y tiempo absolutos que sean lo mismo para todo el mundo en todas partes del universo. Era un tipo que habría dicho que cuando esos pilotos van más y más rápido, el tiempo para ellos realmente va más despacio: Einstein, gracias a quien usted puede oír todo esto, porque en 1900 oyó acerca de luz del sol cayendo sobre un metal nuevo llamado selenio que lo hacía soltar electrones- esto es, electricidad- como si la luz del sol estuviera sacando de un golpe los electrones del selenio, que es básicamente como funcionan los modernos sistemas de energía solar. Pero de nuevo en 1900, la luz no se suponía que fuera capaz de hacer eso, porque la luz era una onda, pensaban todos- hasta Einstein. La luz, dijo, haciendo estallar la física, es una onda y una partícula. Einstein solía explicar a la gente que no entendía la relatividad ni nada de eso- la mayor parte de nosotros- gracias- que la luz podía ser al mismo tiempo onda y partícula del mismo modo que la cerveza podía ser al mismo tiempo cerveza y pintas. Ahora, si esta observación lo ha conducido o no a una comprensión más cercana de la naturaleza dual de la luz, no me atreveré a preguntar, pero era buena para Einstein. Había, sin embargo, en ese momento, un grupo de personas que se interesaron mucho en este descubrimiento de que la luz podía comportarse como partículas, pero no fueron exactamente físicos. Fueron el tipo de personas que aparecieron por la fiesta de Le Mans o el PGA o los Oscars o cualquier cosa desde los 1920s: Las celebridades- la gente de Hollywood. Pero no era la naturaleza dual de la luz lo que los emocionaba, sino el modo en que el selenio hacía electricidad con luz, lo que quería decir una sola cosa: Bien, ¿qué estamos esperando? Esperando el sonido. No tengo todo el tiempo para esperarlo. Ven, sonido. Sí, sonido en la película. Porque si el selenio se exponía a una luz variable producida por una corriente variable, producida por una membrana del micrófono vibrando por un sonido oscilante, entonces la luz variable podría opacar el negativo de una película en forma variable, como ésta, haciendo la banda de sonido de la película. Cuando usted proyecta la película la luz que brilla del otro lado de la banda de sonido atraviesa el patrón en cantidades variables. Esta luz variable golpea más selenio que genera corriente variable que termina haciendo vibrar la membrana en un altavoz para reproducir el sonido original. ¿Hurra para Hollywood? Incorrecto. Oiga. Todavía no había suficiente sonido para que una audiencia del cine lo oiga hasta que ocurrió un accidente que le dio a un tipo llamado Lee de Forest una idea. Aquí hay un tubo al vacío con un filamento en esta punta y una base positiva en la otra. La electricidad hará que el filamento emita electrones negativos que serán atraídos para la base positiva, ¿sí? Ahora, ¿recuerde esa débil señal demasiado pequeña para oír en la película? Usted quiere aumentarla, así que pone una cuadrícula negativamente cargada adentro. Ella repelerá los electrones negativos del filamento. Pero a través de este alambre acá arriba una entrada positiva variable llegando a la cuadrícula hará a la cuadrícula variable positiva, atrayendo los electrones del filamento en oleadas a través de la base. Esas oleadas son una reproducción aumentada de su señal de entrada. Pero usted debe ver claramente en domingo. Gracias a ese accidente que mencioné y a Lee de Forest, usted puede oír a todas las estrellas de Hollywood en las películas. O a su abuela a larga distancia, ahora que las señales telefónicas pueden ser amplificadas también. O una banda de swing por la radio por la misma razón porque las señales de radio se amplifican también- lo que es también la misma razón por la que usted puede oír lo que yo estoy diciendo ahora, por supuesto. El impulsor de señales Audion de Lee de Forest hizo posible el contacto entre personas no importa cuán lejos estén. Al principio, con cable inalámbrico y y luego, finalmente, todo esto: El mundo increíblemente encogido de la TV y las comunicaciones por satélite. Le Mans instantáneo para todo el planeta. Gracias a Lee de Forest, este es un mundo muy hablador. ¿Recuerda que dije que la invención de De Forest ocurrió por un accidente? Lo raro es que el accidente no le ocurrió a De Forest. Le ocurrió a Thomas Edison. En 1883 estaba jugando con la invención que acababa de hacer, su bombilla eléctrica, cuando vio depósitos de carbón tiznado alrededor de la parte inferior de la bombilla donde la había sellado con una pequeña base de metal. Con modestia típica, Edison llamado a ese extraño fenómeno "efecto Edison" lo añadió a su creciente lista de patentes y lo olvidó. Para ese momento, claro está, Edison era ya mundialmente famoso por todas las invenciones que había pensado mientras trabajaba en los ferrocarriles- ferrocarriles que él había ayudado a hacer tan exitosos, que estuvieron a punto de provocar la primera ecocrisis americana. Y usted no tiene que mirar demasiado esta escena para ver de qué tipo de crisis hablo. Verán, por el Siglo 19 América estaba hecha de madera. Y con todo el país aún para abrir, era un caso de "mucho más de donde vino esto". Pero aunque toma un buen número de años que crezca un árbol, no toma demasiado hacer esto con él. A diferencia de la gente en el negocio de la madera de hoy en aquel entonces, nadie había oído de sustentabilidad. ¿Por qué deberían? Bien, gracias a los ferrocarriles estaban a punto de. El problema es realmente muy simple: Los durmientes de madera mantienen unidos los rieles. No es gran cosa, supongo, si uno lo dice así. Pero piense lo que ocurría a los ferrocarriles por el tiempo de Edison en 1890: Se expandían como locos: Diez millas nuevas de vías al día. Ahora, diez millas de pista llevan 20.000 durmientes de madera. Eso significa 500 árboles al día. Y no estamos contando la madera para los vagones y el alojamiento de los trabajadores y los pueblos de madera que crecieron como hongos a lo largo de las vías, y el combustible de madera que usaban las locomotoras, y los puentes, uno de los cuales podía tomar 1 millón de pies de madera. Y además estaban los postes telegráficos. Labraron una fortuna para el tipo que consiguió el contrato con Western Union para erigirlos al lado de cada vía férrea en América. No puedo imaginar cuántos árboles se usaron, pero le dio mucho dinero. Lo suficiente para fundar una universidad y darle su nombre: Cornell. Así que los ferrocarriles usaban un montón de madera, pero en aquel entonces América tenía en abundancia, así que ¿qué importaba? Cierto, pero como el tronco promedio puesto a la intemperie dura aproximadamente siete años y luego necesita ser reemplazado- bueno, usted entiende. Tal vez fuera a haber ferrocarriles por toda América pero tal vez no fuera a haber árboles. Y luego, de un solo golpe, América se salvó. Por el gas de alumbrado: Quemando el gas que se obtiene cocinando hulla. Por los 1830s el gas de alumbrado estaba muy de moda. Debajo del brillo de la luz de gas está una chiquilla frágil sin importarle los vientos amargos de la noche que giran en amargos remolinos. El gas de alumbrado cambió la vida de todo el mundo. Las personas empezaron a salir de noche por primera vez: Para el nuevo turno nocturno en las fábricas, clases nocturnas, clubes de caballeros. Y sobre todo, a la excitación y las brillantes luces de los nuevos, delirantes shows musicales como este. Hay muchos tristes y rendidos en este mundo agradable nuestro, llorando todas las noches tan lúgubres, "¿No me compraría usted mis bonitas flores?" Ahora, el problema con el alumbrado de gas era el subproducto: El alquitrán mineral, un negro cieno hediondo, y una ecocrisis esperando para ocurrir, porque todo lo que hacían era lanzarlo en el río más próximo y regresar a las canciones moralmente edificantes. Hasta que los químicos alemanes con una vuelta de reciclaje en mente comenzaron a destilar el cieno negro y obtuvieron todo tipo de cosas increíbles- tintes artificiales brillantes, productos químicos para hacer aspirina, y algo que conservaría los durmientes de ferrocarril por 30 años y salvaría a América de esa ecocrisis- creosota. Hay muchos tristes y rendidos en este mundo agradable nuestro, llorando todas las noches tan lúgubres, "¿No me compraría usted mis bonitas flores?" Entretanto, usted estará remachado para conocer cómo sigue la historia del alquitrán mineral. Sólo esperaré hasta que esté en el piso. Es una extraordinaria vuelta del destino de que mientras el interés alemán en el alquitrán mineral estaba salvando los ferrocarriles con creosota ese mismo interés pronto arruinaría los ferrocarriles gracias a la guerra y el clima. Primero, el clima: Llueve mucho en Gran Bretaña, así en los inicios del Siglo 19, cuando un escocés llamado Macintosh descubrió que otro subproducto del alquitrán mineral, llamado nafta, disolvía el caucho, supo que sería rico. Porque cuando roció el caucho entre dos hojas de algodón produjo el impermeable que hasta hoy llamamos Macintosh. De modo que en 1854, la guerra de Crimea y todas esas tropas mojadas hicieron rico a Macintosh, a pesar del hecho de que con el calor de verano, sus abrigos hedían, y con el frío del invierno, se quebraban. Y el motivo para este anuncio de Goodyear es que él fue quién solucionó el problema de Macintosh. Porque para entonces el asombroso nuevo caucho galvanizado de Charles Goodyear estaba disponible, gracias a otro accidente que tuvo Goodyear cuando dejó caer un poco de caucho mezclado con azufre encima de una estufa, y resultó una goma nueva que era perfecta para Macintosh y para los impermeables para las tropas en la Guerra civil, lo que volvió la manufactura del caucho un negocio realmente grande. Y hablando de guerras civiles, en 1863, un militar alemán es enviado a América para observar el uso de globos por el ejército del Norte. El se excitó tanto que fue a casa e inventó un tipo de globo que traería la guerra aerotransportada a las poblaciones civiles por primera vez. Él nombró a la aeronave por sí mismo- el zepelín- sus propulsores impulsados por los nuevos motores de gasolina que también encajarían en otra invención que podrían algún día eventualmente arruinar los ferrocarriles y hacer posible la carrera de 24 horas de Le Mans: El automóvil. Una última vuelta: ¿usted recuerda el alquitrán mineral? Bien, uno de sus subproductos fue un tinte sintético llamado anilina. Añadiendo anilina al caucho se aceleró el proceso de vulcanizado de los neumáticos e hizo a los neumáticos inmensamente más duraderos. Lo bastante duraderos para aguantar las 24 horas de castigo que tiene que soportar en el coche que cruza primero la línea de llegada. Bueno, ahí lo tiene. El fin de otro Le Mans y el fin de otro programa. Y como prometí, gracias a la extraña senda histórica que vinculó los neumáticos con el alumbrado de gas, los ferrocarriles, la relatividad y los explosivos al celuloide aquí en Le Mans, donde tomé todas estas instantáneas felices. El ganador es fotografiado ganando porque él es fotografiado ganando. Eso es lo que creo que dije.
Bienvenidos a la carrera anual de 24 horas en el Circuito de Le Mans en Francia. Este programa trata de cómo una de las formas extrañas en que la historia conecta cosas va a afectar la forma en que esta carrera acabará dentro de 24 horas. Porque cada año en Le Mans el ganador tiene su foto cruzando la línea de llegada. Y por la forma rara que la historia tiene de dar vuelta las cosas en sus cabezas, él va a ganar. El ganador es fotografiado ganando, porque es fotografiado ganando. Así que en más de un sentido, cuando todo haya terminado, será un final para foto. FINAL PARA FOTO 100 años atrás la carrera que ponía fotografías en las manos de todo el mundo tenía un principio rudo: El cubo de productos químicos que se necesitaban para revelar las instantáneas de las vacaciones, que se desgarraba cuando se intentaba sacarlo del aparato revelador. Entonces vino un gran paso adelante: Un tipo llamado George Eastman puso emulsión de película en un material flexible que se había inventado en 1895. Eastman luego empaquetó este material flexible en rollos que se podían cargar fácilmente en su nueva cámara de bolsillo, lo que revolucionaría el negocio de las fotos de vacaciones, llamado "Kodak". Y por la coincidencia más extraña, la pista de donde viene este nuevo material flexible es de una de las primeras fotos tomadas con él durante un tipo muy distinto de disparo. Ahora, todas esas fotos Eastman de todos esos grandes cazadores blancos en la selva sólo fueron posibles por lo que los grandes cazadores blancos estaban haciéndole a la selva: Causando la Gran Extinción de Elefantes de 1867. La razón: El mercado del marfil. Se había triplicado en los 30 años previos. Sólo Inglaterra consumía 1 millón de libras de marfil al año. Calcule- 60 libras por colmillo, 2 colmillos por animal, 8.333 y pico elefantes muertos al año para diversión de Inglaterra. Este tipo de diversión. Ahora, una buena bola de billar era difícil de encontrar. Había que abatir un buen número de elefantes para obtener el marfil apropiado. Porque una pelota realmente buena venía del medio de un colmillo de elefante perfecto. Así que las noticias que venían de África no eran buenas para los hombres de mundo occidentales, por no hablar de los elefantes. Luego, en 1869, un par de impresores de Albany, Nueva York, llamados Hyatt aparecieron con un substituto. Era barato, indistinguible del original, y finalmente podía usarse para esto, porque el substituto del marfil fue el celuloide. Otro producto del celuloide nos dará una pista de lo que se viene. Los Hyatt también confeccionaron dientes postizos de celuloide, los que, en ocasiones, según el "New York Times" de 1875, tendían a explotar. Lo que causaba las explosiones y que, cuando se calentaba, estrujaba, y se mezclaba con alcanfor se volvía celuloide, era algodón-pólvora, algodón especialmente tratado que hacía explosiones realmente buenas- a finales del Siglo 19, el nuevo modo de obtener más ruido por su dinero. Desde entonces se dispararon muchos tiros. Ahora, era un misterio bien conocido en la época que con algunas pocas balas perdidas, se obtenían dos estallidos: Uno, la pistola tirando, el otro - bueno, nadie sabía. De modo que un individuo vienés llamado Ernst Mach resolvió enterarse. Él usó el modo en que el aire turbulento afecta cualquier luz que pase a su través para fotografiar una bala en una corriente de aire de alta velocidad, y vio lo que parecía una onda de arco que salía de la nariz de la bala. Mach comprendió que esta onda de choque se propagaba hacia afuera más rápido que la velocidad de sonido, así que el primer estallido que se oía era el sonido de la onda de choque; El segundo era el sonido de la pistola. Dos otras importantes cosas salieron de las asombrosas fotos de Mach. La primera fue la ciencia moderna de la aerodinámica, sin la cual estos coches no tendrían la forma que tienen, ni se moverían como se mueven, tal vez ni siquiera se mantendrían en su pista como lo hacen. La segunda fue más ruidosa aun que este lugar, porque una vez que Mach tuvo una foto de las ondas de choque, podía ver cómo actúan los explosivos, cómo se propaga la onda de choque, qué forma tiene la fuerza, lo que significó, por supuesto, que se podía ahora, por primera vez, planear una explosión eficiente. Las matemáticas de Mach de la onda de choque ayudaron a que la bomba atómica funcione. Ahora, la razón por la que Mach había fotografiado ondas de choque era que así las podía ver. "La evidencia física es la única realidad en que se puede confiar", decía. Y aun así, la forma en que uno describe la experiencia todavía puede ser relativa al contexto en que se esté. De modo que una carrera de 24 horas realmente sólo sería una referencia de lo que el tiempo significa en este planeta, girando sobre su eje, durante esta puesta de sol. En otra parte, ¿quién sabe? Hasta el tiempo y el espacio podrían estar constreñidos por nuestra percepción de ellos. Vemos lo que obtenía Mach si damos esta mirada a lo que ocurre aquí. Oh, estoy suponiendo que usted no es un piloto de carreras. Lo que quiero probar y mostrarle es cómo se ve éste relativo para la experiencia diferente. Una parada en el pozo y un cambio de rueda es, para un conductor profesional, la cosa más lenta que ocurre en Le Mans. Pero, si usted lo está haciendo, la cosa le parece sólo un manchón de actividad. Lo fue para mí, cuando filmamos esto en los pits por primera vez. Lo que parece ocurrir es que usted y yo procesamos los datos que nos llegan de esta experiencia de la única forma que podemos: Basados en nuestros modos normales de operación, que afectan cómo percibimos el asunto de viajar en una pista de carreras a 150 millas por hora. Estamos sobrecargados. Todo viene demasiado rápido para procesarlo. Y por si fuera poco lo está haciendo a oscuras. Así que básicamente, usted percibe que todo está pasando más rápido de lo que realmente es. Pero para el piloto profesional, el efecto es exactamente el opuesto. Las medidas de distancia son sumamente precisas. Coche enfrente. Coche enfrente. Vuelta a la izquierda. Vuelta a la izquierda otra vez. Ahora dé vuelta a la derecha. El tiempo parece ir más despacio. Él ve cosas que nosotros no. Este es el mundo percibido por un conductor profesional relativo a su experiencia en las carreras. Bien, es 3:30 de la mañana aquí, y han estado en esto por casi 12 horas. Mientras tanto, supongo que toda esta charla acerca de la relatividad significa que usted ya sabe quién se interesó en la idea de Mach de que no hay espacio y tiempo absolutos que sean lo mismo para todo el mundo en todas partes del universo. Era un tipo que habría dicho que cuando esos pilotos van más y más rápido, el tiempo para ellos realmente va más despacio: Einstein, gracias a quien usted puede oír todo esto, porque en 1900 oyó acerca de luz del sol cayendo sobre un metal nuevo llamado selenio que lo hacía soltar electrones- esto es, electricidad- como si la luz del sol estuviera sacando de un golpe los electrones del selenio, que es básicamente como funcionan los modernos sistemas de energía solar. Pero de nuevo en 1900, la luz no se suponía que fuera capaz de hacer eso, porque la luz era una onda, pensaban todos- hasta Einstein. La luz, dijo, haciendo estallar la física, es una onda y una partícula. Einstein solía explicar a la gente que no entendía la relatividad ni nada de eso- la mayor parte de nosotros- gracias- que la luz podía ser al mismo tiempo onda y partícula del mismo modo que la cerveza podía ser al mismo tiempo cerveza y pintas. Ahora, si esta observación lo ha conducido o no a una comprensión más cercana de la naturaleza dual de la luz, no me atreveré a preguntar, pero era buena para Einstein. Había, sin embargo, en ese momento, un grupo de personas que se interesaron mucho en este descubrimiento de que la luz podía comportarse como partículas, pero no fueron exactamente físicos. Fueron el tipo de personas que aparecieron por la fiesta de Le Mans o el PGA o los Oscars o cualquier cosa desde los 1920s: Las celebridades- la gente de Hollywood. Pero no era la naturaleza dual de la luz lo que los emocionaba, sino el modo en que el selenio hacía electricidad con luz, lo que quería decir una sola cosa: Bien, ¿qué estamos esperando? Esperando el sonido. No tengo todo el tiempo para esperarlo. Ven, sonido. Sí, sonido en la película. Porque si el selenio se exponía a una luz variable producida por una corriente variable, producida por una membrana del micrófono vibrando por un sonido oscilante, entonces la luz variable podría opacar el negativo de una película en forma variable, como ésta, haciendo la banda de sonido de la película. Cuando usted proyecta la película la luz que brilla del otro lado de la banda de sonido atraviesa el patrón en cantidades variables. Esta luz variable golpea más selenio que genera corriente variable que termina haciendo vibrar la membrana en un altavoz para reproducir el sonido original. ¿Hurra para Hollywood? Incorrecto. Oiga. Todavía no había suficiente sonido para que una audiencia del cine lo oiga hasta que ocurrió un accidente que le dio a un tipo llamado Lee de Forest una idea. Aquí hay un tubo al vacío con un filamento en esta punta y una base positiva en la otra. La electricidad hará que el filamento emita electrones negativos que serán atraídos para la base positiva, ¿sí? Ahora, ¿recuerde esa débil señal demasiado pequeña para oír en la película? Usted quiere aumentarla, así que pone una cuadrícula negativamente cargada adentro. Ella repelerá los electrones negativos del filamento. Pero a través de este alambre acá arriba una entrada positiva variable llegando a la cuadrícula hará a la cuadrícula variable positiva, atrayendo los electrones del filamento en oleadas a través de la base. Esas oleadas son una reproducción aumentada de su señal de entrada. Pero usted debe ver claramente en domingo. Gracias a ese accidente que mencioné y a Lee de Forest, usted puede oír a todas las estrellas de Hollywood en las películas. O a su abuela a larga distancia, ahora que las señales telefónicas pueden ser amplificadas también. O una banda de swing por la radio por la misma razón porque las señales de radio se amplifican también- lo que es también la misma razón por la que usted puede oír lo que yo estoy diciendo ahora, por supuesto. El impulsor de señales Audion de Lee de Forest hizo posible el contacto entre personas no importa cuán lejos estén. Al principio, con cable inalámbrico y y luego, finalmente, todo esto: El mundo increíblemente encogido de la TV y las comunicaciones por satélite. Le Mans instantáneo para todo el planeta. Gracias a Lee de Forest, este es un mundo muy hablador. ¿Recuerda que dije que la invención de De Forest ocurrió por un accidente? Lo raro es que el accidente no le ocurrió a De Forest. Le ocurrió a Thomas Edison. En 1883 estaba jugando con la invención que acababa de hacer, su bombilla eléctrica, cuando vio depósitos de carbón tiznado alrededor de la parte inferior de la bombilla donde la había sellado con una pequeña base de metal. Con modestia típica, Edison llamado a ese extraño fenómeno "efecto Edison" lo añadió a su creciente lista de patentes y lo olvidó. Para ese momento, claro está, Edison era ya mundialmente famoso por todas las invenciones que había pensado mientras trabajaba en los ferrocarriles- ferrocarriles que él había ayudado a hacer tan exitosos, que estuvieron a punto de provocar la primera ecocrisis americana. Y usted no tiene que mirar demasiado esta escena para ver de qué tipo de crisis hablo. Verán, por el Siglo 19 América estaba hecha de madera. Y con todo el país aún para abrir, era un caso de "mucho más de donde vino esto". Pero aunque toma un buen número de años que crezca un árbol, no toma demasiado hacer esto con él. A diferencia de la gente en el negocio de la madera de hoy en aquel entonces, nadie había oído de sustentabilidad. ¿Por qué deberían? Bien, gracias a los ferrocarriles estaban a punto de. El problema es realmente muy simple: Los durmientes de madera mantienen unidos los rieles. No es gran cosa, supongo, si uno lo dice así. Pero piense lo que ocurría a los ferrocarriles por el tiempo de Edison en 1890: Se expandían como locos: Diez millas nuevas de vías al día. Ahora, diez millas de pista llevan 20.000 durmientes de madera. Eso significa 500 árboles al día. Y no estamos contando la madera para los vagones y el alojamiento de los trabajadores y los pueblos de madera que crecieron como hongos a lo largo de las vías, y el combustible de madera que usaban las locomotoras, y los puentes, uno de los cuales podía tomar 1 millón de pies de madera. Y además estaban los postes telegráficos. Labraron una fortuna para el tipo que consiguió el contrato con Western Union para erigirlos al lado de cada vía férrea en América. No puedo imaginar cuántos árboles se usaron, pero le dio mucho dinero. Lo suficiente para fundar una universidad y darle su nombre: Cornell. Así que los ferrocarriles usaban un montón de madera, pero en aquel entonces América tenía en abundancia, así que ¿qué importaba? Cierto, pero como el tronco promedio puesto a la intemperie dura aproximadamente siete años y luego necesita ser reemplazado- bueno, usted entiende. Tal vez fuera a haber ferrocarriles por toda América pero tal vez no fuera a haber árboles. Y luego, de un solo golpe, América se salvó. Por el gas de alumbrado: Quemando el gas que se obtiene cocinando hulla. Por los 1830s el gas de alumbrado estaba muy de moda. Debajo del brillo de la luz de gas está una chiquilla frágil sin importarle los vientos amargos de la noche que giran en amargos remolinos. El gas de alumbrado cambió la vida de todo el mundo. Las personas empezaron a salir de noche por primera vez: Para el nuevo turno nocturno en las fábricas, clases nocturnas, clubes de caballeros. Y sobre todo, a la excitación y las brillantes luces de los nuevos, delirantes shows musicales como este. Hay muchos tristes y rendidos en este mundo agradable nuestro, llorando todas las noches tan lúgubres, "¿No me compraría usted mis bonitas flores?" Ahora, el problema con el alumbrado de gas era el subproducto: El alquitrán mineral, un negro cieno hediondo, y una ecocrisis esperando para ocurrir, porque todo lo que hacían era lanzarlo en el río más próximo y regresar a las canciones moralmente edificantes. Hasta que los químicos alemanes con una vuelta de reciclaje en mente comenzaron a destilar el cieno negro y obtuvieron todo tipo de cosas increíbles- tintes artificiales brillantes, productos químicos para hacer aspirina, y algo que conservaría los durmientes de ferrocarril por 30 años y salvaría a América de esa ecocrisis- creosota. Hay muchos tristes y rendidos en este mundo agradable nuestro, llorando todas las noches tan lúgubres, "¿No me compraría usted mis bonitas flores?" Entretanto, usted estará remachado para conocer cómo sigue la historia del alquitrán mineral. Sólo esperaré hasta que esté en el piso. Es una extraordinaria vuelta del destino de que mientras el interés alemán en el alquitrán mineral estaba salvando los ferrocarriles con creosota ese mismo interés pronto arruinaría los ferrocarriles gracias a la guerra y el clima. Primero, el clima: Llueve mucho en Gran Bretaña, así en los inicios del Siglo 19, cuando un escocés llamado Macintosh descubrió que otro subproducto del alquitrán mineral, llamado nafta, disolvía el caucho, supo que sería rico. Porque cuando roció el caucho entre dos hojas de algodón produjo el impermeable que hasta hoy llamamos Macintosh. De modo que en 1854, la guerra de Crimea y todas esas tropas mojadas hicieron rico a Macintosh, a pesar del hecho de que con el calor de verano, sus abrigos hedían, y con el frío del invierno, se quebraban. Y el motivo para este anuncio de Goodyear es que él fue quién solucionó el problema de Macintosh. Porque para entonces el asombroso nuevo caucho galvanizado de Charles Goodyear estaba disponible, gracias a otro accidente que tuvo Goodyear cuando dejó caer un poco de caucho mezclado con azufre encima de una estufa, y resultó una goma nueva que era perfecta para Macintosh y para los impermeables para las tropas en la Guerra civil, lo que volvió la manufactura del caucho un negocio realmente grande. Y hablando de guerras civiles, en 1863, un militar alemán es enviado a América para observar el uso de globos por el ejército del Norte. El se excitó tanto que fue a casa e inventó un tipo de globo que traería la guerra aerotransportada a las poblaciones civiles por primera vez. Él nombró a la aeronave por sí mismo- el zepelín- sus propulsores impulsados por los nuevos motores de gasolina que también encajarían en otra invención que podrían algún día eventualmente arruinar los ferrocarriles y hacer posible la carrera de 24 horas de Le Mans: El automóvil. Una última vuelta: ¿usted recuerda el alquitrán mineral? Bien, uno de sus subproductos fue un tinte sintético llamado anilina. Añadiendo anilina al caucho se aceleró el proceso de vulcanizado de los neumáticos e hizo a los neumáticos inmensamente más duraderos. Lo bastante duraderos para aguantar las 24 horas de castigo que tiene que soportar en el coche que cruza primero la línea de llegada. Bueno, ahí lo tiene. El fin de otro Le Mans y el fin de otro programa. Y como prometí, gracias a la extraña senda histórica que vinculó los neumáticos con el alumbrado de gas, los ferrocarriles, la relatividad y los explosivos al celuloide aquí en Le Mans, donde tomé todas estas instantáneas felices. El ganador es fotografiado ganando porque él es fotografiado ganando. Eso es lo que creo que dije.